Las empresas de transporte público de los Países Bajos están revisando cada vez más sus flotas: pasando de los autobuses diésel y de gas natural a los eléctricos. El transporte regional y urbano se presta especialmente a la electrificación. Al fin y al cabo, los autobuses recorren rutas fijas y normalmente bastante cortas.
Sin embargo, el transporte eléctrico requiere siempre una infraestructura de carga muy fiable. Nadie quiere esperar a un autobús que tarda demasiado en cargarse o a uno que se ha estropeado por culpa de las baterías. Croonwolter&dros colabora con Heliox, una empresa especializada en soluciones de carga rápida para vehículos eléctricos. En los proyectos que ambas empresas emprenden conjuntamente, Croonwolter&dros asume el papel de integrador de sistemas. La empresa, propiedad de TBI, se encarga de todas las conexiones entre las estaciones de carga y la red de energía. Actualmente, Heliox y Croonwolter&Dros están cooperando en un proyecto en el aeropuerto de Schiphol, en Ámsterdam. En cuestión de meses, la zona del aeropuerto contará con 100 autobuses que funcionarán únicamente con electricidad. Totalmente libres de emisiones y silenciosos.
Cooperación en la transición energética
El proyecto de Schiphol es el mayor de su clase en Europa. "Nuestro lema es 'Inteligencia a través de la tecnología'. Queremos estar a la vanguardia absoluta de los avances tecnológicos. La transición energética es uno de los mayores avances tecnológicos de nuestro tiempo", afirma Patric Vranckx, director regional de Proyectos de Servicios Públicos del Sureste de Croonwolter&dros. El primer contacto entre las dos empresas se estableció durante un proyecto para Transdev, de electrificación del transporte público en la ciudad de Eindhoven. "El proyecto de Eindhoven fue el primero de este tipo en los Países Bajos. Con Heliox como responsable de las estaciones de recarga, y el fabricante local de autobuses VDL suministrando los autobuses, el proyecto aún necesitaba un tercero que pudiera suministrar y gestionar la conexión ininterrumpida con la red de energía y la comunicación con las empresas de servicios públicos. Por nuestra experiencia, nuestra capacidad de diseño e implementación y nuestro tamaño, Croonwolter&dros se unió a la combinación existente de dos. Desde el principio, nos llevamos muy bien como triunvirato".
Jaap Schuddemat, director general de Heliox, confirma: "Estamos encantados con la colaboración en el proyecto de Eindhoven. Hay una cosa que es absolutamente clave en este tipo de instalaciones: el tiempo de funcionamiento tiene que ser extraordinariamente alto. Esto significa que tanto el equipo de carga como la infraestructura de carga deben ser de muy alta calidad. Ambos tienen un gran impacto en la velocidad de carga de los autobuses. Aceptamos este reto con mucha confianza gracias a los resultados del proyecto de Eindhoven. Aunque este proyecto sea el doble de grande que el de Eindhoven".
Proyecto Schiphol
Heliox está instalando más de un centenar de dársenas de carga en cuatro lugares diferentes. En total, la infraestructura incluirá 23 cargadores de alta velocidad de 450 kW, que pueden cargar un autobús en 5-10 minutos cada uno. Mediante los pantógrafos montados en el techo, los autobuses se conectan con una cubierta de carga que está conectada a los cargadores de alta velocidad. De este modo, los autobuses pueden cargar durante el tiempo de espera para su próxima salida. Además, la infraestructura consta de 86 cargadores de depósito de 30kW para cargar los autobuses durante la noche. Esto ocurre a un ritmo más lento, ya que no hay prisa durante la noche. "Estamos hablando de instalaciones de tamaño considerable", continúa Schuddemat. "Heliox crea los equipos, mientras que Croonwolter&dros se encarga no sólo del diseño técnico, sino también de toda la infraestructura de las dársenas de carga y de la conexión de las cubiertas de carga".
Aunque en el proyecto de Schiphol, la principal responsabilidad de Croonwolter&dros es la conexión de la red de energía a las estaciones de recarga Heliox y a las cubiertas de recarga, hay más de lo que parece. Vranckx: "Estamos muy implicados en el proceso de construcción, el diseño de todas las tuberías, las líneas de comunicación, las estaciones de distribución, las medidas de seguridad y el desarrollo general. También somos responsables de las relaciones con los servicios públicos". En este aspecto, Pierre van Driel desempeña un papel vital y central. Supervisa el mantenimiento de todos los contactos a nivel técnico y comercial con todas las partes implicadas, incluidas las compañías energéticas".
Fortalecerse mutuamente
La cooperación entre ambas partes abre un mundo de nuevas posibilidades. Schuddemat: "Al cooperar, cada uno de nosotros se hace más fuerte. Nuestros conocimientos y experiencia son complementarios. En cada nuevo proyecto, somos capaces de acelerar nuestra forma de trabajar, al tiempo que mantenemos los niveles más altos en términos de calidad y precisión". Esto lo confirma Vranckx: "Nos entendemos muy bien en cuanto a la forma de cooperar y somos capaces de elevarnos mutuamente. Gracias a nuestra participación en estos proyectos, conseguimos obtener una determinada posición como empresa. En el sector de los servicios públicos, ya somos bastante conocidos, entre otros, como proveedores de servicios técnicos para hospitales, edificios escolares, oficinas e instituciones sanitarias. Ahora, estamos adquiriendo una trayectoria similar en la transición a las emisiones cero".
Perspectivas compartidas
Para que dos empresas trabajen juntas como una sola, tener una visión compartida del futuro es un requisito absoluto. Cuando se les pregunta por sus expectativas de futuro, ambos indican que el proyecto de Schiphol es un mero atisbo de lo que está por venir. Como ejemplo concreto, Vranckx señala el futuro del transporte de mercancías: "De momento, el transporte de larga distancia es el dominio de los camiones diésel convencionales. Sin embargo, en la periferia urbana, asistiremos al auge de los centros de tránsito. Las mercancías pasarán de las grandes combinaciones de camión y remolque a cargueros más pequeños y electrificados". El mundo de la transferencia de contenedores en los puertos es otro gran ejemplo de dónde se producirán grandes cambios en un futuro próximo. "En los puertos, gran parte del transporte consiste en rutas muy cortas de a a b, recogiendo un contenedor para dejarlo a un par de cientos de metros en los muelles. Este mundo verá los primeros signos de electrificación, al electrificarse el transporte entre los barcos y los camiones diésel convencionales que llevan las mercancías a los centros de tránsito. Estos camiones convencionales se desplazan al interior del país hasta los centros de tránsito que rodean las ciudades. El transporte eléctrico lleva la carga más lejos en la ciudad", concluye Schuddemat. "Todo esto hará que las ciudades sean más habitables. Con menos emisiones, menos humos y menos ruido".
