Animar a los conductores a pasarse a los vehículos eléctricos es un pilar fundamental de los esfuerzos gubernamentales para reducir las emisiones de carbono, y los responsables políticos de todo el mundo están respaldando sus compromisos climáticos con generosos incentivos para las empresas que instalen cargadores de VE.
En Estados Unidos, las subvenciones federales pueden reducir hasta un 30% el coste de la instalación de cargadores rápidos gracias a los 5.000 millones de dólares destinados a financiar una red nacional de recarga. En Europa, los incentivos a la recarga de VE comerciales pueden ser aún mayores. En Alemania, por ejemplo, un programa gubernamental ofrece cubrir hasta el 60% de los costes de instalación de la infraestructura de recarga.
Estos incentivos están creando una oportunidad para que las gasolineras conviertan sus operaciones en centros de recarga electrónica. Esto ya está empezando a ocurrir. En 2022, la petrolera Shell presentó en Londres un proyecto pionero que sustituye los surtidores de gasolina y gasóleo por nueve cargadores rápidos, lo que permite vislumbrar cómo será la gasolinera del futuro.
A medida que más operadores de gasolineras se plantean conversiones similares, he aquí algunos de los pasos clave a tener en cuenta.
Tipos de cargadores
Al igual que los motores de combustión interna funcionan con distintos combustibles -desde gasóleo hasta gasolina de alto octanaje-, los VE tienen distintas capacidades de carga.
Veamos primero los conceptos básicos. Todas las baterías eléctricas almacenan corriente continua, pero un VE puede cargarse con corriente alterna o continua. Esto se debe a que los VE tienen convertidores a bordo que pueden manejar la CA suministrada por la red. Muchos puntos de recarga públicos ofrecen carga de CA, pero los cargadores de CC son más rápidos y más adecuados para operaciones comerciales.
Al reconvertir una antigua gasolinera, el objetivo debe ser ofrecer una recarga que permita a los conductores volver a la carretera lo antes posible, de forma similar a la experiencia de repostar un motor de combustión interna. Los cargadores rápidos de CC con una capacidad de 50 kW a 300 kW son ideales para esta aplicación, mientras que la carga más lenta de CA es adecuada para hogares u oficinas.
Los vehículos eléctricos tienen capacidades diferentes en cuanto a la potencia que pueden consumir mientras se cargan, por lo que un centro de recarga electrónica tendrá que ofrecer conectores que puedan suministrar distintas potencias.
Servicios
Las gasolineras obtienen mayores márgenes dentro de la tienda que en el surtidor, aunque la mayoría de la gente sólo quiere pagar y seguir su camino. Cargar un VE es una experiencia diferente que se reflejará en las gasolineras del futuro.
Aunque la recarga ultrarrápida hace honor a su nombre, no es tan rápida como el repostaje de gasolina. El tiempo típico que se pasa en una gasolinera es de unos cinco minutos, pero una visita media a una estación de recarga electrónica probablemente se acerque más a los 20 minutos.
Estas son algunas estimaciones de la rapidez con la que diferentes velocidades de carga pueden proporcionar 100 km de autonomía, basándose en tamaños medios de batería y condiciones típicas:
- 100 kW - 12 min
- 150 kW - 8 min
- 300 kW - 4 min
Esto repercutirá en el diseño y la distribución de los puntos de recarga. A diferencia de un surtidor de gasolina, un cargador de VE puede dejarse desatendido, lo que significa que es mucho más probable que los clientes de una estación de recarga visiten el punto de venta y pasen más tiempo (y gasten más dinero) en cada visita. De hecho, los propietarios de vehículos eléctricos suelen hacer coincidir sus paradas para cargar con una comida o un café, por lo que los acuerdos de franquicia con cadenas de cafeterías, establecimientos de comida y otros minoristas son una oportunidad obvia.
El negocio del repostaje de vehículos siempre será muy competitivo, pero la recarga de VE es una experiencia más limpia y agradable para los clientes, mucho más parecida a un entorno minorista típico que a una gasolinera.
Preparado para el futuro
Se prevé que la venta de vehículos con motor de combustión interna caiga en torno a un tercio durante la presente década. Combinadas con las tendencias actuales de mayor kilometraje y menos kilómetros recorridos, las gasolineras se enfrentan a un mercado en contracción. A largo plazo, un modelo de negocio preparado para el futuro requerirá un calendario de transición a la recarga electrónica.
Aunque el cambio a los vehículos eléctricos implica una revisión a fondo, también hay muchas sinergias. La ubicación y la infraestructura básica de una gasolinera suelen ser adecuadas para un centro de recarga electrónica. La principal inversión consistirá en diseñar e instalar la infraestructura de recarga y renovar o rediseñar la tienda.
Sin embargo, la preparación para el futuro implicará algo más que el simple cambio a la recarga electrónica. La tecnología de las baterías y las soluciones de recarga están evolucionando a medida que aumenta el número de vehículos eléctricos. ¿Qué tipo de puntos de recarga deben instalarse? ¿Qué capacidad de carga deben ofrecer? Son preguntas importantes que tendrán un efecto significativo en los futuros costes de inversión. Es fundamental diseñar una solución que incluya una vía de actualización.
Conexiones a la red
Al igual que en una gasolinera, el acceso a una fuente de combustible fiable es un factor clave para una estación de recarga electrónica, que requiere tanto infraestructura física como acuerdos de servicio.
El primer paso es una conexión a la red de alta potencia que pueda suministrar la capacidad necesaria para cargar varios vehículos al mismo tiempo. Algunas estaciones de recarga electrónica pueden utilizar baterías de almacenamiento cuando no se dispone de este tipo de conexiones, o para poder comprar y almacenar electricidad más barata durante las horas valle. También puede tener sentido instalar paneles solares en la gran marquesina del lugar. En estos casos, la interoperabilidad con la red será otra consideración importante que requiere una planificación avanzada.
Cómo podemos ayudarle
Heliox es especialista en la instalación, el mantenimiento y la explotación de soluciones de recarga de vehículos eléctricos a gran escala, con la experiencia necesaria para supervisar una transición fluida de gasolinera a centro de recarga electrónica.
La empresa suministra puntos de recarga rentables y de alta potencia que han sido probados en algunas de las aplicaciones más exigentes, desde sistemas de transporte masivo y flotas comerciales hasta puntos de recarga públicos. Con un servicio integral, Heliox trabaja con los clientes desde la fase inicial de diseño hasta la gestión y el mantenimiento del sistema de carga.