Así funciona la carga rápida y cómo debes utilizarla
A lo largo de su ciclo de vida, incluso teniendo en cuenta la fabricación y la recarga, un vehículo eléctrico es mejor para el medio ambiente que un vehículo de gasolina equivalente. Por eso, cuanta más gente cambie la gasolina por la electricidad, mejor.
Si queremos acelerar la adopción de los vehículos eléctricos, es importante que intentemos que sean lo más cómodos posible. La tecnología de recarga rápida es un componente crucial para ello. Pero, ¿qué es exactamente la recarga rápida y cómo funciona?
Explicación de la carga rápida
¿Qué es la carga rápida?
La recarga rápida de vehículos eléctricos (VE) está diseñada para recargar las baterías de los VE de forma rápida y eficiente. Esto permite a los conductores recorrer distancias más largas sin largas paradas para recargar, lo que hace que los VE sean mucho más cómodos.
Mientras que los métodos tradicionales de carga de vehículos eléctricos consisten en enchufar el vehículo a una toma de corriente estándar o a una estación de carga, lo que puede tardar varias horas en cargar completamente la batería, las estaciones de carga rápida proporcionan una carga significativa de la batería en un periodo de tiempo mucho más corto. En una estación de carga rápida, una carga de 30 minutos suele bastar para que un VE recupere su autonomía óptima. Desde el punto de vista técnico, la carga rápida funciona de forma algo diferente a la carga estándar.
¿Cómo funciona la carga rápida?
Para entender cómo funciona la recarga rápida, primero es importante tener en cuenta la corriente continua (CC) y la corriente alterna (CA). Todas las baterías, incluidas las de los vehículos eléctricos, necesitan corriente continua para cargarse, pero las redes eléctricas estándar utilizan corriente alterna.
Cada vez que se carga un vehículo eléctrico, la corriente alterna de la red eléctrica debe convertirse en continua para cargar la batería. Para ello se utiliza un convertidor, y es aquí donde la carga rápida funciona de forma realmente diferente a la carga estándar.
Con la carga estándar o "carga de CA", el cargador envía primero energía al cargador de a bordo del VE. A continuación, el cargador convierte la corriente alterna en continua para cargar la batería. La carga completa de un VE de este modo suele durar unas 5 horas o más.
Sin embargo, cuando se utiliza la carga rápida, la conversión de CA a CC se realiza en el propio cargador. Por eso la carga rápida suele denominarse "carga rápida de CC". Al eliminar el cargador de a bordo del vehículo eléctrico de la ecuación, este proceso permite que la carga se envíe directamente a la batería del vehículo, lo que acelera considerablemente el proceso de carga.
Dependiendo del tamaño y el estado de la batería, y de la potencia exacta de la estación de carga rápida, puede ser posible cargar un 80% de un vehículo eléctrico en unos 30 minutos utilizando la carga rápida. La carga rápida se considera carga de nivel 3, en comparación con la carga estándar de CA, que es tanto de nivel 1 como de nivel 2.
¿Cuáles son los distintos niveles de carga?
Hay tres niveles principales de recarga de vehículos eléctricos, cada uno con diferentes velocidades de recarga y requisitos de equipamiento:
Nivel 1
La carga de nivel 1 es la forma más lenta y básica de cargar un vehículo eléctrico. Utiliza una toma de corriente doméstica estándar y no requiere ningún equipo de carga adicional. Como puede llevar hasta 24 horas cargar completamente un VE de esta forma, a menudo se considera solo una opción de reserva y poco práctica para el uso diario.
Nivel 2
La carga de nivel 2 es el tipo de carga de CA disponible en las estaciones de carga públicas estándar. Es mucho más rápida que la carga de nivel 1, pero como hemos visto, puede llevar hasta 5 horas o más cargar suficientemente un VE con este método. Sin embargo, los cargadores de nivel 2 son lo suficientemente asequibles como para comprarlos e instalarlos en casa. Hay muchas opciones disponibles en el mercado por unos pocos cientos de dólares.
Nivel 3 (carga rápida)
La carga rápida es la forma más rápida y potente de recargar un vehículo eléctrico. Sin embargo, el equipo de carga especializado que requiere suele ser demasiado caro para su uso doméstico. Por esta razón, la carga rápida se reserva principalmente para estaciones de carga públicas y comerciales. Ahora que ya sabes qué es la carga rápida y cómo funciona, probablemente lo mejor sea averiguar cuál es la mejor forma de utilizarla.
Cómo utilizar la recarga rápida
Si está pensando en instalar tecnología de carga rápida en sus instalaciones, aquí tiene algunos consejos para utilizarla de la mejor manera:
No todos los vehículos son compatibles con la recarga rápida
En primer lugar, es importante tener en cuenta que no todos los vehículos eléctricos son compatibles con la carga rápida. Esto se debe a que la carga rápida utiliza un conector diferente al que se utiliza para la carga de nivel 1 y nivel 2. La mayoría de los vehículos eléctricos modernos son compatibles, pero sigue siendo una buena idea comprobar que los vehículos que se van a cargar son compatibles.
Existen diferentes tipos de carga rápida
En Norteamérica existen actualmente tres tipos principales de recarga rápida. Son el Sistema de Carga Combinada (CCS), el Supercargador Tesla y el CHAdeMO. Los distintos vehículos son compatibles con diferentes tipos de carga en función de su marca.
Si elige instalar Supercargadores Tesla, sólo podrán cargar vehículos Tesla. Sin embargo, si instala unidades de carga de cualquiera de los otros principales fabricantes de cargadores rápidos, podrá cargar tanto vehículos compatibles con CCS como con CHAdeMO. (También es posible cargar vehículos Tesla con cargadores CHAdeMO utilizando un adaptador).
No te pases.
Los cargadores rápidos envían una gran cantidad de energía a la batería de un VE, lo que puede resultar bastante estresante para la batería. Por este motivo, es mejor utilizar la carga rápida sólo cuando sea absolutamente necesario. Excederse puede reducir el rendimiento y la longevidad de la batería.
La regla del 80%
Cuando se carga la batería de un vehículo eléctrico, sigue lo que se conoce como "curva de carga". Empieza a cargarse lentamente, se acelera de forma espectacular a la mitad y luego se ralentiza significativamente una vez que ha alcanzado aproximadamente el 80% de carga. Por eso, para maximizar la eficiencia y ahorrar energía, suele ser mejor utilizar la carga rápida sólo hasta que cada vehículo alcance el 80% de carga. De este modo, tendrás toda tu flota lista para funcionar en un abrir y cerrar de ojos.
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