¿Cuáles son las ventajas para los minoristas? ¿Ayudaría a los minoristas a mantener el tráfico, el volumen, a cumplir los objetivos de emisiones e incluso a reducir la demanda de combustible estándar?
¿Pueden los consumidores tener la seguridad de que sus vehículos se recargarán de forma cómoda y confortable?
Con una preocupación cada vez mayor por el comportamiento ecológico y sostenible, las estaciones de servicio podrían empezar pronto a tener un significado totalmente nuevo. ¿Crearán los minoristas una nueva vía para las gasolineras con estaciones de recarga de vehículos eléctricos cómodas y confortables en todo el mundo o son estrategias como éstas demasiado adelantadas a su tiempo?
A medida que el precio de la gasolina sube, y muchos creen que seguirá subiendo en los próximos años, más consumidores buscan formas alternativas de conseguir combustible. A medida que la adopción de vehículos eléctricos aumenta a un ritmo rápido, los minoristas de combustible no tienen más remedio que considerar si deben empezar a añadir cargadores de vehículos eléctricos a estas estaciones.
El90% de los conductores que han hecho el cambio a los vehículos eléctricos (VE) no encuentran ningún deseo de volver a sus vehículos menos respetuosos con el medio ambiente. Los datos apuntan a un futuro electrificado en el que la necesidad de estaciones de carga para alimentar este cambio hacia la movilidad eléctrica es un hecho.
¿Será esta una nueva vía para que las gasolineras y los minoristas reduzcan sus objetivos de emisiones? ¿Pueden los consumidores tener la seguridad de que sus vehículos se recargarán de forma conveniente y cómoda?
Ventajas de añadir puntos de recarga de vehículos eléctricos a las gasolineras
Añadir estaciones de recarga de vehículos eléctricos a las gasolineras tiene muchas ventajas. Desde proporcionar una nueva comodidad a los consumidores, hasta ayudar a los minoristas a cumplir los objetivos de emisiones e incluso reducir la demanda de combustible estándar. Es probable que la demanda de este servicio se dispare a medida que más empresas y propiedades residenciales añadan puntos de recarga, haciendo que las estaciones de servicio sean menos relevantes.
Las gasolineras y los minoristas están en una posición única para ayudar a acelerar la adopción del VE haciendo que la recarga sea lo más fácil y agradable posible. En el proceso, los minoristas se ayudan a sí mismos con un renovado interés en visitar las tiendas de combustible incluso con los VE. Por supuesto, será más difícil atender a los clientes con velocidades de carga lentas, pero con los avances que se están produciendo en el sector muchos vehículos eléctricos están aumentando su autonomía y más pronto que tarde esto dejará de ser un obstáculo.
Los cargadores de vehículos eléctricos se dividen en dos tipos principales: Cargadores de CA y cargadores rápidos de CC. Estos dos tipos se identifican en función de las velocidades de carga necesarias para cada tipo de VE. Algunos modelos tardan varias horas en cargarse si se conectan a un cargador, mientras que otros sólo necesitan unos minutos si se conectan a un cargador de CC. Si se utilizan cargadores rápidos de 175 kW, un vehículo tarda 10 minutos en cargarse de 0 a 80%. Un centro de carga es una estación pública diseñada exclusivamente para la carga eléctrica rápida.
Desde 2020, más de 5.000 gasolineras han cerrado en el Reino Unido, lo que indica el inicio de un cambio de paradigma. Con la reciente conversión por parte de Shell de su estación de servicio de Fulham en el primer centro de recarga eléctrica de su clase, las gasolineras y los minoristas tienen algunas cuestiones serias que abordar si quieren seguir vivos y competitivos.
Los centros de recarga pueden construirse en las instalaciones de estaciones de servicio existentes, como Shells, o como estaciones independientes. En algunos casos, hay incluso más servicios que los meros cargadores de vehículos eléctricos: estas estaciones podrían ofrecer paneles solares y añadir funcionalidades como lavaderos de coches y tiendas de comestibles, de modo que todas las necesidades de compra puedan realizarse en una sola estación. Este modelo, que no dista mucho de algunas de las disposiciones de las gasolineras actuales, está ayudando a realizar el cambio.
¿Cómo son los planes de futuro de las estaciones de recarga de vehículos eléctricos?
Las ventajas de adaptar las gasolineras a los centros de recarga son sencillas. Al utilizar la infraestructura existente de las gasolineras, las estaciones de servicio y los minoristas pueden evitar las inversiones en mejoras de la electricidad y ser rentables. De hecho, pueden utilizar la recarga de vehículos eléctricos como una fuente de ingresos adicional para atraer a los clientes a sus tiendas, además de los servicios de recarga.
Además, los centros de recarga pueden ayudar a las estaciones de servicio a mitigar las fluctuaciones y los picos de precios inesperados asociados a la energía renovable, equilibrando la demanda y la oferta a través de la necesidad de más electricidad y la tensión en las redes eléctricas. La congestión energética prevista hará que el coste de la electricidad suministrada aumente potencialmente en un 20% en 2050 cuando se construyan activos de energía renovable e infraestructuras de red. Por lo tanto, las soluciones energéticas inteligentes que giran en torno a los centros de recarga permiten ahorrar costes al utilizar las ubicaciones existentes y, al mismo tiempo, satisfacer las crecientes necesidades de los clientes.
Convertir las estaciones de servicio en centros de recarga de vehículos eléctricos no es una tarea fácil, especialmente si no se cuenta con la orientación, la infraestructura y las perspectivas de futuro adecuadas. La fiabilidad y la interoperabilidad son dos requisitos clave que hacen que el cambio sea aún más desalentador.
Consideremos un enfoque gradual, a la manera de Heliox. En primer lugar, hay que tener en cuenta la infraestructura. En comparación con una gasolinera relativamente estandarizada, una estación/centro de recarga de vehículos eléctricos implica consideraciones en torno a la generación de energía, el tipo de puntos de recarga que se utilizarán (hoy y potencialmente en el futuro) y los ciclos de carga. Es importante recordar que cada cargador aumentará la demanda de electricidad al tiempo que promueve un transporte más limpio.
En segundo lugar, para incorporar el crecimiento potencial del tamaño y la escala de la oferta como respuesta al aumento de la demanda, la provisión para el crecimiento futuro y las actualizaciones tecnológicas son también consideraciones clave. El tamaño del cargador está destinado a reducirse, pero si su propio crecimiento supera el ritmo de reducción, la capacidad dentro de las instalaciones existentes es una consideración clave.
Y, por último, aunque los tiempos de recarga pueden oscilar entre 10 y 45 minutos para un VE básico, ¿qué accesorios adicionales se podrían llevar a cabo para aumentar la rentabilidad de una estación?
Si conducimos por algunas de las principales carreteras de las ciudades del mundo, el cambio a los vehículos eléctricos es palpable. Desarrollar la experiencia de recarga para que sea igual o mejor que la actual experiencia de repostaje será clave para ayudar a los consumidores a hacer el cambio. Y en este proceso, si las estaciones de servicio tradicionales pueden identificar el diseño de la infraestructura y el negocio, esto sería una ganancia para los minoristas de combustible y los conductores de VE en la búsqueda del transporte sostenible y las alternativas verdes.
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Créditos de las imágenes: Heliox
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