Los vehículos eléctricos de batería son fundamentales para reducir las emisiones de carbono y luchar contra el cambio climático, pero sólo si la infraestructura de recarga local es accesible y asequible. Europa sufre una escasez de cargadores que frena la adopción del VE.
Aunque las ventas de vehículos eléctricos en Europa batieron récords en 2022, su crecimiento continuo depende de la expansión de una sólida infraestructura de recarga. A continuación se explica por qué una red de cargadores de VE fiables, accesibles y asequibles es fundamental para crear ciudades más ecológicas e impulsar nuestra transición hacia un transporte neto cero.
Construir ciudades más verdes
En Europa, el 70% de la población vive en ciudades y suburbios. Los planificadores y políticos nos instan a ser más ecológicos, introduciendo tasas por congestión, medidas de pacificación del tráfico y otras medidas para alejarnos del coche. Aunque el uso de la bicicleta es cada vez más popular, y los servicios de transporte colectivo prestan servicio a muchas poblaciones urbanas, la propiedad del automóvil sigue siendo alta, con un vehículo por cada dos personas.
Es positivo ver que el 20% de los coches nuevos vendidos en Europa son eléctricos. Demuestra que los coches eléctricos con batería son una alternativa realista a los que funcionan con combustibles fósiles, sobre todo entre quienes viven en ciudades, donde la ansiedad por la autonomía es menos preocupante. También estamos viendo cómo cada vez más flotas se pasan a los híbridos y los BEV, sobre todo para las entregas de última milla de bienes de consumo y comestibles.
Lo cierto es que muchos de nosotros seguimos prefiriendo coger el coche a pedalear o al transporte público, pero la falta de puntos de recarga es un problema enorme que podría estancar la adopción del VE. Los expertos calculan que debemos instalar 150.000 nuevos puntos semanales para satisfacer la demanda. En la actualidad, sólo se está instalando una pequeña parte de esta cifra, lo que provoca una falta crónica de infraestructura de recarga, sobre todo en nuestras ciudades.
Las repercusiones podrían ser graves, advierte Naciones Unidas. En su opinión, las ciudades deben invertir en infraestructuras para obtener beneficios. "Sólo cuando hagamos que los vehículos eléctricos sean más convenientes que los vehículos tradicionales de gasolina/diesel veremos una adopción exponencial y todos los beneficios para el medio ambiente", afirma el equipo de Cambio Climático de la ONU.
Expertos, fabricantes de vehículos eléctricos y conductores europeos coinciden en que la instalación de infraestructuras de recarga es fundamental para construir ciudades más ecológicas.
Derribar barreras
La falta de infraestructuras de recarga es el principal obstáculo para la adopción de vehículos eléctricos entre los conductores europeos, según las estadísticas. En un estudio realizado por The Climate Group en 2021, al 67 % de los conductores les preocupaba dónde cargarían sus vehículos.
Mientras que muchos habitantes de los suburbios y zonas rurales disponen de entradas donde instalar cargadores, los que viven en el centro de las ciudades se enfrentan a una batalla para recargar sus baterías. Los cargadores comunitarios se agotan rápidamente, por lo que los conductores no tienen más remedio que aparcar y planear una nueva forma de llegar a su destino.
Los conductores urbanos carecen de espacio para instalar cargadores de VE, por lo que necesitamos una solución más audaz liderada por el Estado. El Gobierno británico ha reconocido este problema y se ha comprometido a construir más estaciones de carga en lugares poco accesibles. Creen que esto es fundamental para aliviar las preocupaciones de los conductores y aumentar las tasas de adopción del VE.
Es fundamental que la infraestructura de recarga de vehículos eléctricos de la ciudad no sólo sea accesible, sino también fiable, rápida e inteligente. También debe ser asequible y ofrecer una alternativa realista a los conductores domésticos y comerciales.
En el futuro, es probable que la infraestructura de recarga de vehículos eléctricos se integre en la planificación y el desarrollo urbanísticos. Esto garantizará que residentes, visitantes, turistas y conductores comerciales tengan acceso a puntos de recarga cuando los necesiten, estén donde estén.
Impulsar a las personas
Las estaciones de recarga de vehículos eléctricos a disposición del público pueden servir de recordatorio visible del compromiso de una ciudad con la sostenibilidad, animando tanto a los ciudadanos como a las empresas a adoptar prácticas más ecológicas. Demuestran que los planificadores, legisladores y políticos están invirtiendo en soluciones sostenibles para los problemas de la ciudad.
Cambiar los vehículos impulsados por combustibles fósiles por VE puede reducir drásticamente las emisiones de carbono, pero los VE pueden desempeñar un papel cada vez más importante en un futuro más ecológico. Al conectar las estaciones de recarga a la red, las ciudades pueden integrarlas en el ecosistema energético.
Las innovadoras tecnologías de red permiten tarifas de carga variables en función de la oferta y la demanda. Incluso pueden inyectar electricidad en la red durante los picos de demanda, un concepto conocido como Vehicle-to-Grid (V2G). Esto reduce la presión sobre la red y hace que todo el sistema energético sea más eficiente y resistente, contribuyendo en última instancia a reducir las emisiones de carbono.
Construir un futuro neto cero
Todos los sectores deben desempeñar su papel en la lucha contra las emisiones a medida que avanzamos hacia el objetivo de emisiones netas cero, y el transporte no es una excepción. En las ciudades de toda Europa, la infraestructura de recarga de vehículos eléctricos será la columna vertebral de nuestro futuro transporte cero emisiones. Las ciudades tendrán que comprometerse a realizar inversiones estructurales a largo plazo para proporcionar la infraestructura a la escala necesaria.
Nuevas innovaciones como la recarga ultrarrápida, la recarga inalámbrica y las tecnologías de almacenamiento de energía están haciendo más atractiva la construcción de infraestructuras de recarga. Como resultado, la demanda de vehículos eléctricos está creciendo, impulsada por los incentivos a los conductores y las subvenciones a los instaladores de estaciones de recarga, que están creando un mercado emergente con un enorme potencial.
Las nuevas tecnologías digitales están creando una red inteligente de recarga de vehículos eléctricos capaz de adaptarse a los patrones de uso, la capacidad de la red y la disponibilidad de energías renovables. Esta red inteligente optimizará el consumo de energía, reduciendo aún más las emisiones de carbono y haciendo que nuestras ciudades sean más verdes.
La infraestructura de recarga de vehículos eléctricos está en el centro de la transición hacia ciudades más ecológicas y un futuro de transporte neto cero, pero sólo si la inversión está a la altura de las ambiciones.